SISTEMAS DE DETECCIÓN

Es un tipo de instalación de detección mucho más compleja que la detección convencional, a diferencia de ésta, el sistema analógico reconoce individualmente a cada uno de los detectores, pulsadores, sirenas o módulos que la conforman, por lo que a la hora de reflejar una alarma, nos indica el punto exacto donde ésta se produce, ya que previamente y mediante programación, se nombran todos los elementos.

Esto hace que sea, sin duda, el tipo de instalación más adecuado para grandes edificios administrativos, hoteles, hospitales, etc, donde sería muy difícil la localización del punto de alarma con una detección por zonas debido a la gran compartimentación de estos edificios.

Al igual que con la detección convencional, en Contraincendios Tartessos proveemos e instalamos centrales de detección analógicas, detectores ópticos analógicos, detectores termovelocímetros, pulsadores, sirenas… o cualquier accesorio que necesite para su sistema.

Las centrales de detección de monóxido de carbono están diseñadas especialmente para su aplicación en garajes, de acuerdo con la norma UNE 23 300/84 y para el cumplimiento del Código Técnico de la Edificación.

El objetivo de los sistemas de control y detección de monóxido de carbono (CO) es asegurar que se dan unas condiciones mínimas de salubridad del aire en lo referente a la cantidad de CO.

Este tipo de sistemas de control y detección de monóxido de carbono suelen estar presentes en garajes y túneles, puesto que las principales fuentes de generación de CO son los motores de gasolina y diésel de los vehículos.

La detección de incendios convencional es aquella cuyos elementos (detectores, pulsadores, etc.) se agrupan por zonas. Cuando una zona de detección o de alarma manual entra en alarma, se produce el aviso acústico y luminoso a través de las sirenas.

Este tipo de instalaciones de detección de incendios son las más comunes en pequeños locales o aparcamientos ya que, debido a las pequeñas dimensiones del local o el carácter diáfano del mismo, no es difícil la localización del elemento en alarma, aunque la centralita de control nos indica únicamente la zona donde se produce la alarma y cada una de estas zonas alberga un número relativamente alto de detectores.

Los elementos de detección autónoma son ideales para viviendas o espacios concretos ya que no requieren de la instalación de un sistema completo. Son sensores autónomos que funcionan por separado y pueden estar alimentados con batería, pilas o conectados a la corriente.

Los detectores autónomos se agrupan según su función:

Detectores autónomos de humos: Están diseñados para advertir precozmente de fuegos en desarrollo. Son apropiados para detectar un gran rango de fuegos, desde fuegos normales hasta fuegos sin llama, que son los más habituales en ambientes residenciales.

Detectores autónomos de inundación: Estos dispositivos protegen viviendas, almacenes, salas de bombas y todos aquellos lugares que tengan riesgo de sufrir una inundación no deseada.

Detectores autónomos de gases: Diseñados para detectar la presencia de gases tóxicos y explosivos, ideales para lugares con riesgo como cocinas, calderas, calefacciones…etc.

Detectores autónomos de movimiento o crepusculares: Estos elementos están hechos para reducir el consumo de energía, ya que pueden convertir las luces en luces automáticas sin necesidad de obra y también identifican cuando es de día y cuando es de noche.